26-05-1945 D.C.
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p style=»text-align: justify;»>El Gran Bombardeo de Tokio, por parte del ejército de los Estados Unidos, fue una tragedia muy conocida en el mundo, en la cual el número de víctimas causadas por las bombas incendiarias superaron las 100 mil personas. Los sucesos se desataron el 26 de mayo de 1945, cuando los aviones dejaron caer 8.250 bombas, de 250 kilos, que estallaban a 150 m de altura y proyectaban a su vez 50 bombas de 3 kg cargadas de napalm (combustible que produce una combustión más duradera que la de la gasolina simple). La ciudad quedó convertida en una enorme antorcha entre la cual, las personas que no habían quedado abrasadas por el primer efecto del combustible, buscaban refugio contra las llamas que hicieron que en la zona la temperatura alcanzase los 800ºC. A la mañana siguiente, en las calles yacían los cuerpos de aquellos que habían muerto asfixiados cuando los incendios agotaron el oxígeno del aire, y en los puentes de los ríos los de aquellos que fueron arrollados por la avalancha humana que huía del fuego, intentando encontrar refugio en los ríos. El agua de las acequias, albercas y piscinas se evaporó, y sus fondos estaban cubiertos por los cadáveres de los que se habían refugiado en ellas. Únicamente el cauce central de los ríos se convirtió en un refugio seguro, aquellos que buscaron repeler los bombardeos convencionales perecieron asfixiados. El 50% de la ciudad quedó destruida y el 20% de su industria inutilizada.