Sorpresa ha causado la venta de manillas para ingresar a la zona VIP, del 1er Festival Cultural del Llano, y no por el precio de estas, pues muchos ciudadanos están dispuestos a pagar, el tema es la supuesta imposición de presuntos allegados al Alcalde, que estarían constriñendo a los funcionarios públicos a que vendan las citadas manillas.
En los corredores de la propia Administración Municipal los trabajadores han manifestado su desacuerdo con esta nueva labor, presuntamente de tener que vender 50 manillas a 50.000 cada una por Secretaría, extra oficialmente se ha habla que existirían 1000 manillas de empleados para la venta.
Juristas consultados sobre el tema plantean la inconveniencia de este cobro, pues no está claro ¿quién administra estos recursos?, bajo que figura se están recaudando?, ¿en qué se invertirán los recursos recaudados?, ¿Quién controla la emisión de las manillas?, y preguntas como por qué un evento público es usufructuado por un privado? ¿Esto podría configurarse un evento contrario a la ley?
A su vez otras preguntas sobre ¿cómo se financia el festival? ¿Cuánto costo el festival? Y ¿qué paso con el convenio con la Gobernación de Casanare? Así las cosas, ese festival deja más interrogantes, especialmente sobre la capacidad de gestión del Alcalde y sus colaboradores.