La canción que suena cada fin de año, inmortalizada por la voz de Rodolfo Aicardi con Los Hispanos en 1970, es una composición del maestro Julio Erazo Cuevas.
El compositor del inconfundible tema nació en Barranquilla en 1929, creció en Guamal, Magdalena, y se dio a conocer en el Caribe —y luego en toda Colombia— con el sonido de la guacharaca y sus letras en Los Corraleros de Majagual. El artista y Adonay se conocieron y se enamoraron en Magdalena: “A mí me la presentaron en El Banco”, confirmó el compositor en una entrevista que concedió a la Radio Nacional en 2017.
Citando al propio Erazo, el sitio ‘El escenario de los clásicos’ da más detalles del amorío, que tuvo como escenario un hotel ubicado justo frente a la casa de la mujer: “Siempre que volvía a El Banco me hospedaba en el mismo lugar para mirarla, conversarle y proponerle amoríos, esto se repitió muchas veces”.
“Un día desapareció, el Administrador del hotel me dijo que se la habían llevado para Risaralda para comprometerla en matrimonio”, agrega.
El despecho se transformó en música en Medellín, detalla la Radio Nacional. La historia sin final feliz se escribió en los años 50. En diciembre de 2017, el periódico Q’Hubo anunció en un blog haber encontrado a la otra protagonista de la historia, Adonay (que según el medio se escribiría Adonai, con i latina), quien se habría negado a responder por qué se casó.
Sin embargo, el medio asegura haber dialogado con Nohemy Quijano, la hija de la mujer, quien narra que sus abuelos le habrían prohibido a Adonay (o Adonai) casarse con Erazo “porque no era una persona ilustrada, era costeño y no era de tez blanca”.
Según el relato de Q’Hubo, Erazo viajó a Bogotá a estudiar y su enamorada aceptó esperarlo. Cuando él volvió ella ya no estaba. “Se casó bajo presión”, con Leonardo Quijano, y se trasladó a Ibagué, donde seguiría viviendo en la actualidad, con 81 años.
Fuentes consultadas:
- Radio Nacional
- Q’Hubo
- El escenario de los clásicos
- Pulzo