Por el Espectador
En la mañana de este martes se hizo público un comunicado firmado por 25 periodistas de Casanare en el que se manifiestan en contra de los hostigamientos y amenazas que, dicen, desde hace varios meses han tenido que soportar. Lo grave es que el grupo responsabiliza de los ataques al alcalde de Yopal, John Jairo Torres, más conocido como “John Calzones”, y a sus más cercanos colaboradores.
El pasado miércoles 24 de febrero el secretario privado del alcalde, Carlos Cárdenas, habría enviado a varios funcionarios un mensaje, en el que los invitaba a informarles a sus familias y vecinos que lo que los medios radiales decían sobre el alcalde John Jairo Torres era “malo y tendencioso”. La solicitud se hizo luego de que en la noche de ese miércoles el Tribunal de Justicia de Yopal negó la acción de nulidad presentada por el alcalde Torres en el proceso que se lleva en su contra por el delito de urbanización ilegal.
Al día siguiente, al mismo tiempo que en los medios locales difundían la decisión del Tribunal, se propagó en redes sociales el mensaje que, según denuncian los periodistas, salió del despacho de alcalde Torres a través de su secretario. “Es un plan metódico para confundir a la gente. Por esta campaña de odio los periodistas llevamos como año y medio asustados de que alguien nos eche ácido o nos dé una puñalada,” le dijo a El Espectador César Colmenares, director de las noticias de la emisora Violeta Estéreo.
Cuenta Colmenares que el problema comenzó cuando se supo que John Jairo Torres tenía enredos con la justicia por, supuestamente, urbanizar de forma ilegal predios a las afueras de Yopal. Javier Gaviria, periodista de la emisora La Voz de Yopal, asegura que la persecución se agudizó en las elecciones regionales de octubre pasado. Fue entonces cuando algunos periodistas, como la esposa de César Colmenares, recibieron las primeras amenazas a través de redes sociales, principalmente Facebook.
Javier Gaviria le contó a este diario que los periodistas de los medios locales pensaron que una vez pasadas las elecciones se calmarían los ánimos. Pero no fue así. “Todo este tiempo cada vez que al alcalde le pasa algo, ellos nos contactan por redes sociales –comenta César Colmenares–. Siempre desde el movimiento del alcalde llamado La Bendición, desde perfiles de Facebook falsos, hacen montajes de nosotros y nos acusan de recibir sobornos de los políticos tradicionales”.
Los acosos se agravaron aún más, relata Javier Gaviria, después de que el pasado 8 de febrero él mismo diera a conocer que el director del Instituto para el Deporte y la Recreación de Yopal (Idry), Wbeimar Nairoby, tiene en curso tres investigaciones por un presunto acoso sexual que habría cometido como profesor de deportes. “Comencé a recibir llamadas que me decían ‘no sea hijueputa si no quiere amanecer con la boca llena de moscas’”. Después llamaron a la emisora La Voz De Yopal para intimidarlo.
Según el grupo de periodistas, desde la Alcaldía se han tratado de deslegitimar las denuncias de Javier Gaviria al tildarlas de ataques racistas. “Convocaron a la población afrodescendiente a reuniones bajo el pretexto de socializar la construcción del plan de desarrollo, pero en cambio los incitaron a ‘defenderlo (al alcalde Torres) y defenderse de los ataques racistas de los periodistas’” dijo César Calderón.
Además, después de que los periodistas Hugo Montes y Miguel Ángel Cristancho, de la emisora Manatial Stereo, realizaron una entrevista al periodista Javier Gaviria y al director del Idry Wbeimar Nairoby, la Alcaldía emitió un comunicado en el que los calificó a Montes y a Cristancho de “ratas” y “ladrones”. Además, el secretario privado del alcalde, Carlos Cárdenas, está organizando una “firmatón” contra los periodistas por su supuesto racismo.
Ante estos hechos, el periodista Javier Gaviria interpuso una denuncia en la Fiscalía a través de la Personería. César Colmenares, director de las noticias de la emisora Violeta Estéreo, también interpuso una denuncia penal por las amenazas que su esposa, la periodista Marta Cifuentes, ha recibido por redes sociales. “Así no se construye paz. Por el contrario se siembra violencia física y se sesga el derecho a la información de la comunidad”, concluye el comunicado