La operación tuvo lugar en la vereda Cunamá del municipio de Aguazul, Casanare, en la zona boscosa, hasta donde llegaron soldados que lograron poner al descubierto un campamento clandestino, con 10 cambuches de madera y plástico, con capacidad de albergar a 30 guerrilleros.
La construcción clandestina, estaba rodeada por 16 minas antipersona, para evitar el acceso de las tropas; al interior del campamento se encontró un depósito que contenía 330 kilos de víveres secos (arroz, azúcar, panela, aceite, pasta, harina, arveja, etc.), siete colchones, 15 cobijas, una planta eléctrica, una impresora, dos estufas a gasolina, 40 cartillas alusivas al ELN, un tablero acrílico, ocho pares de botas, 20 parches y 50 prensillas del ELN, entre otros elementos logísticos y de intendencia.
De igual manera, se logró el hallazgo de una estructura clandestina para la elaboración de artefactos explosivos, dentro de la cual se encontraron 32 minas antipersona fabricadas en tubo PVC, cuatro cilindros de 100 libras cada uno cortados por la mitad, 70 kilos de anfo, 180 metros de cordón detonante, 50 detonadores eléctricos, 40 metros de mecha de seguridad, 50 kilos de metralla, 100 metros de cable dúplex, y demás materiales utilizados para la fabricación de artefactos explosivos improvisados.
El comandante de la Décima Sexta Brigada, coronel Rodrigo Piragauta Díaz, rechazó la utilización de artefactos explosivos improvisados, además, la fabricación de estas armas no convencionales, porque viola los protocolos del Derecho Internacional Humanitario.