El departamento ha anunciado que inicia la preparación y alistamiento ante la primera temporada de lluvias del 2024 en condiciones de debilitamiento del fenómeno El Niño.
La Dirección de Gestión del Riesgo de Desastres de la Gobernación de Casanare, en concordancia con las directrices emitidas por la Unidad Nacional Para la Gestión del Riesgo de Desastres, y basándose en el boletín N° 349 de predicción climática del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, informa sobre las medidas necesarias para la preparación y alistamiento ante la inminente temporada de lluvias del presente año.
Según los informes, se prevé un debilitamiento del Fenómeno El Niño, con una probabilidad del 79% entre los meses de abril y junio, lo que indica una transición hacia la neutralidad climática. Este cambio conlleva la posibilidad de lluvias bajo condiciones de relativa normalidad en la región.
Predicciones Climáticas:
Abril: Se esperan aumentos significativos en las lluvias, con incrementos entre un 10% y 30%, especialmente en el Piedemonte Llanero de Casanare.
Mayo: Continuará el ascenso de las lluvias, alcanzando sus máximos volúmenes hacia junio, con predominio de suelos saturados en la región.
Recomendaciones:
A través de la circular N° 0204, la Gobernación de Casanare ha establecido este territorio en alerta Amarilla. “Los municipios deberán permanecer en este estado, siendo este un nivel de alistamiento y monitoreo de los eventos asociados a la temporada (inundaciones, deslizamientos, avenidas torrenciales, vendavales, entre otros), durante el cual, se deben activar los Consejos Municipales de Gestión del Riesgo de Desastres, realizar la revisión de planes, inventarios, recordar el funcionamiento de la sala de crisis en caso de requerir activarse y la operación de los servicios de respuesta”, indicó Guillermo Velandia, director de la Gestión del Riesgo en Casanare.
Además, emite una serie de orientaciones para diferentes sectores y comunidades expuestas, como: Realizar campañas de limpieza de canales o ríos. En las viviendas verificar el estado de las canaletas, realizar la limpieza requerida, recolección de residuos sólidos y reforzamiento en techos. Realizar mantenimiento preventivo de acueductos veredales y los sistemas de recolección de aguas lluvias y/o alcantarillados. Informar a las autoridades señales de peligro o cambios importantes que permitan la emisión de alertas oportunas.
Con la articulación y el trabajo de todas las entidades públicas y privadas, y la responsabilidad de las personas, la institucionalidad busca que este ciclo natural, trascurra sin mayores contratiempos.