A principios del año pasado el colegio Luis Hernández Vargas fue víctima de un hurto a las salas de cómputo de la institución, equipos con valor superior a los 120 millones fueron robados. Los delincuentes fueron cobijados con detención domiciliaria.
En la reacción de agentes policiales tres sujetos fueron sorprendidos con estos equipos cuando los transportaban en un triciclo en dirección al barrio Brisas del Usivar; se trataba de Los hermanos Víctor y Juan David Solórzano Bermúdez y su padre Guillermo Solórzano Jaramillo, este último de 58 años de edad.
El día miércoles 13 de julio, en horas de la mañana se realizó la audiencia de control de garantías a los tres capturados, y a pesar de haberles encontrado los elementos hurtados, que los portátiles tuviesen el logo de la institución educativa y que en la audiencia los tres imputados aceptaran su responsabilidad como autores del hurto, en una sorpresiva decisión la juez les concedió casa por cárcel, decisión que fue apelada por el ministerio público y la fiscalía.
Los capturados se enfrentan a una pena de más de seis años (teniendo en cuenta la rebaja por aceptación de cargos) razón por la cual existe el riesgo de que estos sujetos se fuguen del control de la justicia, motivo que no considero la juez del caso.
Adicional a esto se conoció que el día del hurto Maria Gladys Solórzano, hija y hermana de los capturados, se desempeñaba como guarda del colegio Hernández Vargas, hecho que generó una investigación adicional para determinar su posible participación en el delito como cómplice o coautora.
Según la Fiscalía algunos elementos no pudieron ser recuperados tales como televisores, tabletas y portátiles.