El resguardo cobija a más de dos mil personas, pertenecientes a 10 pueblos indígenas que ocupan más de noventa y cuatro mil hectáreas
La medida busca proteger las más de dos mil personas, pertenecientes a 10 pueblos indígenas: Tsiripu, Waüpijiwi, Yaruro, Amorúa, Yamalero, Maibén masiware, Sikuani, Cuiba Wamonae, Piapoco y Sáliba ante el inminente riesgo de desaparición física y cultural por la falta de espacio para la reproducción material y cultural de los pueblos que integran el resguardo indígena “Caño Mochuelo”, ubicado en Paz de Ariporo y Hato Corozal (Casanare)
El objetivo de este instrumento es que se adopten medidas eficaces para frenar las afectaciones territoriales a la comunidad étnica de “Caño Mochuelo”, entre las que se encuentran: el confinamiento, abandono y despojo; la vulneración al derecho a la autodeterminación y al gobierno propio; la vulneración al uso, ocupación y disfrute del territorio y de los recursos naturales.
Se pretende que la medida cautelar también cobije a la comunidad Yajotja, puesto que sus miembros, son originarios del resguardo Caño Mochuelo y ellos tuvieron que huir hacia La Primavera, Vichada porque se presentaron casos de abuso sexual a niños y mujeres de la comunidad Merey (originaria de los Yajotja), además de amenazas a líderes por parte de grupos ilegales, y violaciones a los derechos territoriales.
Las pretensiones de la medida cautelar son: culminar el proceso de ampliación del resguardo Caño Mochuelo; fortalecimiento de los saberes ancestrales, la autonomía territorial, la integridad política y organizativa y el gobierno propio, formación de líderes y el derecho propio, derecho mayor y la Ley Natural. Además, busca adelantar acciones que garanticen la seguridad alimentaria; diseñar e implementar el modelo de salud propio que garantice atención integral; y el fortalecimiento a la guardia indígena como medida de protección colectiva.