Las comunidades de Brito Alto en Paz de Ariporo lo denuncian desde hace cuatro años y afirman que no han sido escuchados ni por las autoridades administrativas ni por los organismos de investigación y control. Por esta razón decidieron bloquear la carretera para impedir el acceso del taladro que iba a romper la tierra para adelantar la perforación exploratoria del proyecto Muérgana Sur.
Esta zona está cerca del Cerro Zamaricote que se promueve como el lugar donde nace la estrella hídrica del Casanare, lugar sagrado para los pueblos indios que transitaban por esta región, y donde nacen varios ríos y numerosas quebradas que proporcionan agua a la región y más allá.
A pesar de las persistentes denuncias de la comunidad, varios morichales y pozos profundos y más de 20 nacederos de agua han sido afectados por la actividad de sísmica que desarrolla Ecopetrol. Afirman que Corporinoquia ya había emitido concepto afirmando que estos sitios son muy sensibles ambientalmente, debido a la riqueza hídrica y que no se debió realizar sísmica en el lugar.
A nuestro parecer estos eran motivos suficientes para aplicar el principio de precaución reconocido en el derecho internacional y en las normas internas, y al cual deben ajustar su conducta los actores públicos y privados, con la finalidad de prevenir daños graves e irreversibles a la salud humana, el ambiente y sus recursos.
Esto es precisamente lo que no ocurrió y el funcionario de Ecopetrol encargado del proyecto, en medio del concejo comunal realizado el pasado domingo, reconoció los «errores de exploración» afirmando que es «prácticamente imposible la reparación de los acuíferos afectados por la excavación».
Mientras tanto la comunidad enfurecida afirma que no habrá forma de mitigar la sequía que se avecina por el fenómeno del Niño ni impedir la muerte de chigüiros, tortugas, babillas, zorros, peces, ganado, que el año pasado sumaron cerca de 10.000 por falta del agua.
(Prensa Senado)