Con goles de Miguel Borja, el cuadro paisa redondeó un global de 4-1 en el Atanasio Girardot
Pasaron 21 años para que los hinchas de Atlético Nacional volvieran a celebrar una clasificación a la final de la Copa Libertadores. Y esta vez lo hicieron con casa llena, con la fiesta preparada, porque la última vez, en 1995, les había tocado como visitantes, frente a River Plate.
El partido, más allá de un susto que metió São Paulo al comienzo, resultó ser hasta cómodo. Ahora, gracias al 0-2 del Morumbí y al 2-1 del Atanasio Girardot, con otra noche mágica de Miguel Borja, los verdes esperan rival, bien sea Boca Juniors o el sorprendente Independiente del Valle.
El final del partido fue un estallido de júbilo de 44.225 hinchas verdes, que volverán a vivir una final continental después de año y medio. El recuerdo de la derrota con River en la final de la Copa Suramericana ya no importa. Ahora quieren de nuevo la Copa, como en 1989. Y esta vez la vivirán en su casa, porque aquella vez, cuando vencieron a Olimpia, fueron locales en Bogotá, en El Campín.
El partido se resume muy fácil. São Paulo, que necesitaba hacer dos goles para forzar al menos los penaltis, se fue en ventaja con un cabezazo de Jonathan Calleri, el goleador de la Libertadores, a los ocho minutos.
Pero a partir de allí, casi todo fue verde. Como el empate, a los 16, en el que Borja recibió un pase de Orlando Berrío y superó en el mano a mano al portero Denis.
Los brasileños cayeron en el desespero, tanto por la impotencia por no empatar como por el que, para ellos, fue un mal trabajo del árbitro chileno Patricio Polic. Protestaron, en la primera etapa, un supuesto penalti de Daniel Bocanegra a Hudson. Luego se les fue apagando la chispa. Y Nacional se fue acercando cada vez más y más al 2-1. Hasta que llegó tras un penalti que el línea de occidental, Marcelo Barraza, le marca a Polic, por una mano de Matheus. Borja, en 180 minutos (o mejor, en 169, porque el gol fue en el minuto 79), ya lleva más goles en esta edición de la Copa Libertadores que todos sus compañeros…
Los jugadores de São Paulo se fueron del partido. Polic terminó expulsando a Diego Lugano y a Wesley. Eran 9 contra 11, con menos de 15 minutos para intentar un milagro que no llegó. Y Nacional, que jugó al son del olé de la tribuna, terminó tranquilo, pensando en un título que llevan esperando 27 años a que regrese a sus vitrinas. El 20 de julio, en La Bombonera o en Quito, será el primer partido. Y ocho días después volverán al Atanasio…
José Orlando Ascencio
Subeditor de Deportes
@josasc