El alto de Mas de la Costa será la primera jornada de alta montaña de la última semana.
El indiscutido líder de la Vuelta a España, el colombiano Nairo Quintana, tendrá la misión este miércoles, en la etapa 17, de defenderse de los ataques de sus rivales, quienes aún aspiran a ponerlo en aprietos en el ascenso al alto de Mas de la Costa, un muro con tramos por encima del 20 por ciento de desnivel.
Será una etapa de 177,5 kilómetros de recorrido de media montaña justo hasta los 3.800 metros de la subida final a Mas de la Costa, en Camins de Penyagolosa en Llucena, Castellón.
Esas acciones tácticas pueden llegar aprovechando cualquier subida o bajada de los tres ascensos anteriores, dos de Segunda y uno de tercera: los altos del Desierto de las Palmas, de la Sarratella y de Benasal.
Quintana, a la defensiva
Sobre la etapa de hoy, el pedalista boyacense auguró que, camino de la meta en la pared de Mas de la Costa (de primera categoría, 3,8 km, al 12,5 por ciento de desnivel y tramos de hasta el 22 por ciento), “seguramente habrá alguna sorpresa porque hará mucho calor y será muy exigente”.
Además, Nairo afirmó que en la última semana de la carrera, con la gran ventaja con que cuenta sobre sus inmediatos perseguidores, él y su equipo correrán “viendo cuántos ataques llueven” de los rivales y que irá “a la defensiva”.
“(Chris) Froome sigue en carrera y es un gran rival, como Alberto (Contador) y (Esteban) Chaves. Son rivales fuertes y por ello son líderes. Si encuentran un descuido o una debilidad del rival, la van a aprovechar. Hasta que no se pase la última raya en Madrid no está nada escrito”, dijo en la rueda de prensa que ofreció ayer en Villarreal, Castellón, en el día de descanso.
“Nos podrán buscar las cosquillas en cualquier sitio porque quedan etapas nerviosas aún y carreteras complicadas, y tenemos que evitar caídas. En la contrarreloj espero no perder tiempo frente a él (Froome), porque estoy en una buena condición”, comentó.
Nairo, no obstante, se siente “bien, con buenas piernas” y “con la tranquilidad” que le “da el equipo”, ver a Alejandro Valverde “enorme” y “recuperado” del hundimiento en el Ausbisque y “a (Jonathan) Castroviejo” en buena forma.
“Quedan etapas difíciles y tenemos que estar muy atentos. Y luego queda un gran reto, que es el de la contrarreloj”, apuntó, en todo caso pendiente también de la etapa del sábado con final en el Alto de Aitana, “no por su peligrosidad si no por su dificultad”, ya que acaba en una subida de 21 km considerada de categoría especial.
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p class=»intertitulo»>Froome se resigna
El británico Chris Froome (Sky) dijo que su situación “no es tan optimista como otros días” y admitió que tendrá que “dejar para otro año” su ilusión de ganar la Vuelta.
“El domingo pasado perdí mucho tiempo, pero, como ya hemos visto en el Giro, las cosas pueden cambiar. Es una gran vuelta y tenemos que seguir trabajando igual y seguir peleando”, dijo.
Restan cinco jornadas, y Froome se refirió a las dos etapas de montaña que restan con final en alto. “No conozco las subidas a Aitana ni a Mas de la Costa, y es muy complicado basarme en el libro de ruta para poder decir dónde podemos hacer más daño. El domingo pasado, mirando el libro resultaba casi imposible que pudiera pasar algo, pero se convirtió en la etapa crucial de la prueba.
Las que llegan son etapas que se van a tener que correr de manera muy táctica para poder intentar recuperar terreno”, dijo Froome, incómodo por su posición.
Tomado de: eltiempo.com