Tres tantos del ahora goleador de la Copa Suramericana le dieron el triunfo 3-1 sobre Coritiba.
Otra vez, el hombre de los goles clave de los últimos tiempos para Atlético Nacional apareció, y tres veces, para meter al equipo de Reinaldo Rueda en las semifinales de la Copa Suramericana. La tripleta de Miguel Ángel Borja vale oro y el 3-1 a Coritiba, este miércoles, en el estadio Atanasio Girardot, tiene a los verdes soñando con el doblete continental.
“Esperemos que vengan muchos más goles. Hablé con un amigo que es hermano en Cristo y le dije que tenía la sensación de que iba a hacer tres goles. La gloria y la honra son para él y ahora nos vamos a celebrar a la casa”, dijo Borja, al final del partido, a Fox Sports.
Sin mover una sola ficha, pero con un cambio total de actitud, Nacional fue arrollador en la segunda etapa. Se olvidaron del pelotazo y se empezaron a juntar los que saben. Y Coritiba, que se vio muy sólido en la primera etapa, parecía otro equipo en la segunda, vulnerable, expuesto a que apenas entrara el primer gol llegara el chaparrón al arco de Wilson.
Y el primero llegó a los siete minutos de la segunda etapa, en una jugada entre Alejandro Guerra y Macnelly Torres que Borja convirtió en gol con un derechazo que entró a ras de piso y no encontró resistencia.
El golazo del torneo
La joya de la noche, y quizás de toda la Copa Suramericana en el 2016, llegó a los 15 de la segunda etapa. El protagonista, cómo no, fue Borja. Tal vez sea el mejor de los 39 goles que ha marcado este año (22 con Cortuluá, entre Liga y Copa, y 17 con Nacional, de los cuales cinco fueron en Copa Libertadores y seis en Suramericana).
Macnelly Torres levantó un tiro de esquina, la pelota cayó al corazón del área y Borja la conectó de tijera, como lo hacía Roberto Cabañas en sus mejores épocas con el América. ¡Golazo, golazo!
“Afortunadamente, Macnelly me la puso como con la mano. Le dedico esta tripleta a mi esposa, que siempre está conmigo, y a la gente de Tierralta, mi tierra”, declaró el artillero.
Luego, el árbitro Víctor Carrillo sancionó como penalti una supuesta mano de Kazim-Richards que no existió y Borja tampoco falló desde el punto blanco, a los 28 de la segunda etapa.
Nacional se puso serio en el segundo tiempo y Borja volvió a ser figura, como en la semifinal de Libertadores con Sao Paulo, como en la final contra Independiente del Valle. Ya es el goleador de la Suramericana. Y los verdes sueñan con el doblete.
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