Por Nelson Lombana Silva
La comunidad del municipio de Anzoátegui (Tolima), de la mano de su alcalde, Oscar Fernando Tovar Bernal y del personero municipal, Jhonatán Materón Ariza, rechaza la presencia de las multinacionales y transnacionales en su territorio con el fin de adelantar megaminería y la construcción de hidroeléctricas, por cuanto considera que es un atentado demencial contra el ambiente, la existencia misma de la población y un robo descarado de los recursos naturales.
El pasado 4 de febrero se realizó un encuentro alcalde y personería con cerca de un centenar de líderes, entre ellos: Presidentes de juntas de acción comunal, concejales, ex concejales y profesionales, evento en el cual la bióloga Liliana Cediel dictó una conferencia sobre el impacto que generaría la explotación minera en esta municipalidad. Sería devastador por cuanto acabaría con la agricultura, la fauna y la estrella hídrica. “Nos tendríamos que ir todos por cuanto no habría posibilidad de vivir dignamente”, dijo Marco Fidel Aponte, líder ambientalista del hermano municipio de Santa Isabel.
El alcalde al explicar detalladamente la problemática que implicaría la megaminería instó al pueblo anzoateguiense a asumir una postura consecuente: “La invitación es a que entre todos determinemos qué es lo que queremos para nuestro municipio, decir que el alcalde es el que toma la decisión, me parece que es absurdo pensar en eso, pienso que la decisión tenemos que tomarla todos, teniendo en cuenta la vocación de nuestro municipio. Quiero repetir aquí una frase que le oí decir al gobernador de Antioquia: “Pueblo de mina, pueblo de ruina”.
El burgomaestre dijo también que había que realizar distintas estrategias para hacerle frente a la megaminería y en consecuencia a las multinacionales y transnacionales. “No es solamente con desfiles como se le quiere hacer frente a la megaminería, tenemos que empezar a buscar recursos que le lleguen al sector agrícola, que le lleguen a los campesinos, estimulen el agro. Si no es así, mañana pueden llegar las multinacionales con mucha plata y eso les dañará el corazón a mucha gente”.
La bióloga indicó: “Estas explotaciones mineras no la hacemos los colombianos. O sea, la platica que sale de ahí, el oro que sale de ahí, el petróleo que sale de ahí, no se queda en el país, ni lo transformamos los colombianos, sino que las explotaciones las hacen las grandes multinacionales y que gracias a la política de la confianza inversionista, permitió la entrada para que hicieran el daño que nos están haciendo. Estamos diciendo que esto también es un problema de soberanía nacional”. Dijo también que para obtener un gramo de oro hay que remover una tonelada de roca y más de mil litros de agua.
La preocupación de la comunidad tiene su fundamento. Casi el 70 por ciento de su territorio se encuentra concesionado incluyendo, el perímetro urbano. Son 25 mil hectáreas las que hasta el momento están concesionadas. Se salvaría una parte mínima cercana al nevado del Tolima por ser zona protegida. Claro, el problema no es solamente de Anzoátegui, por cuanto el Tolima se encuentra concesionado en más del 50 por ciento.
Este municipio ubicado en la parte norte del Tolima, se encuentra a 72 kilómetros de Ibagué, tiene 17 mil habitantes, 37 veredas y tres corregimientos. Es agrícola por excelencia y en la parte alta ganadera doble propósito. Esta bañado por ríos como Totare, El Fierro, Riofrío, San Roumaldo, varias lagunas como la Bomboná, Corrales, las Mellizas, el Encanto, etc. De igual manera, numerosas quebradas y riachuelos.
Al calificar la política minera de catastrófica Héctor Fabio Ocampo Hurtado, planteó la necesidad de fortalecer los comités ambientales adscritos a las juntas de acción comunal. El personero municipal, propuso activar organizaciones ambientalistas y desarrollar un plan de giras por todas las veredas. Igualmente, organizar en junio la Marcha Carnaval en esta localidad, organizar la colonia anzoateguiense tanto en Ibagué, como en Bogotá y en otras regiones del país.