
En el Boeing 737 de Ethiopian Airlines, que se estrelló el pasado domingo en Etiopía y que cobró la vida de 157 ocupantes, viajaban 19 personas que laboraban para entidades adscritas a las Naciones Unidas.
Varias de ellos eran traductores que se dirigían a Nairobi, capital de Kenia, para participar en la cuarta cumbre de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, que arrancó hoy lunes.
Otros pertenecían a la Organización Internacional para las Migraciones; el Programa Mundial de Alimentos; la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados y la Agencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
En su cuenta de Twitter el secretario general de la ONU, el portugués Antonio Gutierres, envió un mensaje de solidaridad a las familiares de las víctimas. “Mis más sentidas condolencias a las familias y seres queridos de todas las víctimas, incluido nuestro propio personal de la ONU que falleció en esta tragedia”.