El caso de un joven con discapacidad, víctima de ‘falso positivo’ ocurrido en Monterrey, Casanare, sirvió para que en la sentencia condenatoria se declarara esta modalidad de homicidios como delito como de lesa humanidad.
En el fallo del Consejo de Estado, que condenó a la Nación por tres casos de ‘falsos positivos’, el alto tribunal reconstruyó la historia de José Lorenzo Taborda, un joven diagnosticado con retardo mental moderado y epilepsia.
Taborda, de 20 años, desapareció en Villavicencio en marzo del 2007. Su familia volvió a saber de él 18 meses después, cuando les informaron que el joven fue reportado como muerto en combate por el Ejército. Y el año pasado sus familiares recibieron los restos mortales.
Según el informe militar, en un puesto de control de la vereda Brisas del Llano, en Monterrey, Casanare, se observó la presencia de tres sujetos que al escuchar “la proclama de los militares” respondieron con “fuego nutrido”. “Reaccionamos a dicha agresión y quedó un terrorista muerto en combate”, indica el documento castrense.
El fallo precisa que el arma encontrada a José Lorenzo era un revólver, mientras que los militares iban provistos de fusiles calibre 5,56. Además, la ropa con la que fue encontrado no le pertenecía, según dijeron sus familiares.
La sentencia, que declara ese delito como de lesa humanidad, ordena al Estado examinar si estos casos hacen parte de una práctica so pretexto del cumplimiento de mandatos constitucionales.