Entre cartones y plásticos desgastados que hacen las veces de colchones, miles de hondureños exhaustos pasan la madrugada de este martes en Huixtla, México.
El parque del empobrecido Huixtla, en Chiapas, un estado fronterizo con Guatemala, así como su iglesia y la cancha de básquetbol se convirtieron en dormitorio comunal para unos 7.000 hondureños según estimaciones de la ONU, entre los que hay niños, mujeres embarazadas y ancianos que durmieron en su mayoría al ras del piso.
Aunque aún les esperan unos 3.000 km para llegar a la frontera con Estados Unidos, los migrantes se declaran contentos y dispuestos a alcanzar su objetivo. Algunos evaden tramos de caminata montándose en tráileres, camionetas de carga de animales o motocicletas. Pero no todos logran mantener el paso. El gobierno hondureño aseguró el lunes que dos miembros de la caravana murieron: uno de ellos el sábado al caer de un vehículo en la carretera al Pacífico de Guatemala, y el otro el lunes en la carretera de Tapachula a Huehuetan, México. Además, según cifras oficiales, otros 300 hondureños se sumaron la víspera a los 3.433 que habrían retornado al país entre viernes y domingo.
El avance de la caravana desató la furia del Presidente estadounidense Donald Trump, quien puso en alerta a sus patrullas fronterizas y a los militares ante esta “emergencia nacional”. “Parece que la policía y los militares de México son incapaces de detener la caravana que se dirige a la frontera sur de Estados Unidos. Criminales y personas de Medio Oriente no identificadas están mezclados”, dijo Trump el lunes.
Horas más tarde, el secretario de Gobernación (Interior) de México, Alfonso Navarrete, dijo: “No vamos a caer en exigencia de gobierno alguno que pretenda provocar en México una reacción hostil por sí misma, sin fundamento, sin haber agotado todas las vías que se pueden dar en el diálogo”. “Nosotros no hemos enviado personal del ejército alguno para esta circunstancia, y la policía, toda la Policía Federal que ha participado, lo ha hecho, como han podido constatar, de manera ordenada y desarmados”, recalcó. Sin embargo, coincidió con Trump en que, según información enviada por Guatemala y Honduras, “hay personas que se dedican a actividades delictivas dentro de la caravana”.
El saliente presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, advirtió de su lado que aquellos que optaron por mantenerse en la caravana “difícilmente podrán lograr su objetivo, sea de ingreso a Estados Unidos o de permanencia en México”.
El equipo de las mañanas de Violeta se comunicó con el Profesor Hernán Fajardo, residente en EE.UU, quien cuenta desde su perspectiva lo que esta sucediendo.
Ampliación en el siguiente audio:
Hernán Fajardo.
Complementado con:
- Pulzo
- AFP