El acelerado descenso tanto de los caudales de aguas superficiales como subterráneas tiene preocupados a expertos y autoridades. Sino no se toman medidas en el corto plazo, en futuro se tendrán serios problemas por falta del recurso hídrico.
El ingeniero Agustín Pinto, quien participó en la construcción del modelo hidrogeológico de Yopal y experto en el tema acuífero recalcó a través de los micrófonos de Las Mañanas de Violeta, la necesidad de comenzar a cuidar el agua, debido al fuerte declive del recurso hídrico que sufre el departamento.
[player id=73694]
Recalcó el papel preponderante que ha cumplido el agua subterránea para la ciudad, en la medida que se convirtió la principal fuente de abastecimiento, durante el periodo posterior a la caída de la planta de tratamiento.
Incluso en la actualidad cuando atravesamos por un severo periodo de sequía, continúa cumpliendo una encomiable labor. “A pesar del clima tan duro, Yopal cuenta con pozos que abastecen el 60 por ciento de la demanda. Son 4 pozos que ya se están reactivado”, manifestó Pinto.
Los acuíferos subterráneos sobreviven gracias a su sistema de recarga, que proviene de las partes altas, así como de las aguas lluvias. El problema radica en la acelerada deforestación que hay en las zonas aledañas a los nacederos, lo que tiene como efecto la disminución del caudal de los cuerpos de agua, al cual no escapa el Río Cravo Sur que cada día lleva menos agua.
Dentro de las razones que han conducido a la intensa sequía se encuentra el fenómeno del cambio climático, pero incluso dicha condición atmosférica fue propiciada por la mano del hombre, lo que traduce que todo el daño hecho al recurso hídrico tiene su origen en actividades antrópicas, como explotación petrolera, agricultura, ganadería, entre otras.
Como alternativa de preservación ve con buenos ojos la propuesta de Corporinoquia, orientada a cosechar el agua. La misma apunta al aprovechamiento de aguas lluvias a través de la construcción de reservorios, como se hacía en el pasado.
Otro factor de preocupación es la disminución del nivel freático. Hace algunos años se podía encontrar el preciado líquido a 8 o 10 metros de profundidad, hoy la distancia aumentó a 15, incluso 20 metros, sin contar con el decrecimiento del caudal de agua en las extensas sabanas casanareñas.
“De forma paulatina nos vamos a quedar sin agua, de pronto no lo alcanzamos a ver nosotros, pero sí hay una sobreexplotación del acuífero subterráneo. Las autoridades deben tomar medidas para protegerlo, sobre todo las que se utilizan en labores agrícolas” dijo Agustín Pinto, quien agregó que el 42 por ciento de la reserva de agua del país están en la Orinoquia.
Tarea nada fácil, pero en caso de hacerla traerá graves consecuencias, que requerirán de medidas hasta hoy impensables. “De pronto en el fuero nos veremos avocados a perforar pozos profundos para inyectar agua. Nos va tocar tomar esa medida, al mejor estilo de la industria petrolera”, concluyó el ingeniero Pinto.