El concejal que está inmerso en un proceso por tráfico de influencias recibió la recusación y la archivo sin darle el trámite de ley.
Desde hace varios meses dos concejales del municipio de Maní fueron acusados de tráfico de influencias, al tener a sus compañeras permanentes trabajando en la alcaldía del municipio, situación que llamó la atención por el vínculo que tienen con los corporados que deberían ser independientes totalmente de la administración para poder ejercer un correcto control político y vigilancia sobre la administración.
El más reciente capítulo en este proceso, se dio por parte de los concejales recusados quienes presentaron como argumentos las declaraciones extra juicio, por medio de las cuales se daría constancia de la inexistencia de los vínculos familiares con sus esposas, lo cual llamó a atención del demandante, pues se hicieron de la misma manera en el mismo despacho.
Por otro lado, se presentó una recusación contra el presidente del concejo por esta situación, la cual no recibió el trámite de ley y fue archivada, archivada por el mismo concejal recusado, ahondando así el trafico de influencias y el favorecimiento aprovechando su cargo.
El trámite de ley seria haber enviado esta recusación a la procuraduría, hecho que no sucedió.