Ayer 2 de enero se presentó monumental trancón en el puente de La Cabuya, el que conecta a Yopal con el norte de Casanare, debido a que no hubo presencia de paleteros, quienes habitualmente controlan el paso de tráfico pesado y extra dimensional sobre esta infraestructura.
Aunque muchos conocen la fragilidad de la estructura, parece que a pocos le importa la integridad de la misma, pues, en ausencia de los controladores, el desorden y el caos se apoderaron de este tramo de la calzada. Así lo evidencian varios videos que muestran a conductores de tracto camiones con carga pesada, circular al mismo tiempo por la placa del puente poniendo en riesgo sus propias vidas, la de los demás y la estabilidad de la obra.
Si bien es cierto es responsabilidad del INVIAS, el control del acceso a este puente, a través de personal apostado en este, la ausencia de estos o de la Policía de Carreteras, no justifica el mal comportamiento de los conductores, que por simple autocuidado deberían respetar el paso a un solo carril.
Sí el solo paso lento generó un monumental trancón, ¿qué pasaría si éste paso se desplomará, como ocurrió en el Rio Charte?, Yopal entraría en emergencia sanitaria, porque no tendríamos donde disponer nuestras basuras. De otra parte, tendríamos que disponer de los químicos para la Planta de Tratamiento de Agua Potable, con un sobre costo por el aumento en el transporte.
Ahora, la situación de los enfermos que se deben movilizar a la capital del departamento, ¿qué pasaría con ellos? ¿Los insumos para los cultivos y la ganadería? Estas y muchas otras situaciones podríamos afrontar por nuestra falta de cultura ciudadana y la indiferencia del Gobierno Nacional ante un problema que lleva varios años sin resolverse.
Lo que nos lleva a preguntarnos, ¿Qué pasó con la variante?, ¿será oportuno que en el taller construyendo País, el cual está previsto realizarse en Yopal el próximo 12 de enero, nos alzáramos en una sola voz y exigiéramos esta obra?