Celebrar la vida en momentos de crisis es uno de los más hermosos regalos que pude recibir un héroe que arriesga la suya en beneficio de los demás. Es el caso del Cabo José Roney Hernández, Comandante del Cuerpo de Bomberos de Hato Corozal; quien, en la madrugada del pasado sábado 25 de abril, en la camioneta de Bomberos, atiende un parto mientras la madre es traslada a un centro médico.
La alegría no se puede ocultar en el relato de Hernández cuando cuenta que eran las primeras horas de la madrugada cuando fue contactado en su lugar de aislamiento por cuarentena, para atender el traslado de una mujer en estado de gestación que requería la inmediata asistencia, es así como acepta el requerimiento y se dirigió al asentamiento El Corozo para llevar a la mujer hasta el centro de salud. No tenía personal disponible en el momento y dadas las condiciones, con la compañía de Dios, solo él y su vehículo emprendieron la heroica misión.
Faltaban sólo unas cuadras para llegar al Centro de Salud, unos cuatro minutos, según el relato de Roney; cuando la mujer rompe fuente e inicia el proceso de alumbramiento. En este punto, avanzar pondría en riesgo la vida de la bebé. Entonces toma la decisión de detenerse y atender con sus propias manos el parto.
Minutos después, el llanto inconfundible que anuncia el inicio de una nueva vida, indicaba que había nacido bien, saludable y con unos pulmones dignos de una llanera que inicia su vida de la manera más criolla que pudiese haber escogido el creador para ella.
Entre sonrisas y llanto, terminaron su recorrido y el agradecimiento de los padres será el mejor pago que podrá recibir por su entrega y dedicación, este héroe anónimo sin capa, que reconoce en acciones como esta, que vale la pena cada segundo de vida entregada al servicio social a través del voluntariado.
La bebé no tiene nombre aún y los padres esperan que el Comandante de Bomberos, reciba otra iluminación divina, para que piense en el mejor nombre para la recién nacida y por qué no, hasta podría llegar a ser su padrino.