Angie Alexandra Martínez fue dejada en libertad en la tarde de este viernes 29 de mayo, después de permanecer 34 días, según versión de ella, en poder de disidencias de las FARC.
Alexandra junto su compañera Marcela Romero y José Fernando Gómez, salieron de Yopal el sábado 25 de abril, invitadas por esta última persona a entregar algunos mercados, en el norte del departamento. Cuando regresaban de Paz de Ariporo fueron retenidos por hombres que los llevaron hasta la frontera con Venezuela, según narró.
En relato entregado al medido digital Pauto Noticias, la joven señaló que acompañaron al ingeniero, como ella lo nombra, a entregar las ayudas, porque les dijo que era una promesa que había hecho a la Virgen y a su madre, decidieron ir porque siempre les ha gustado ayudar a las demás personas. Señaló que, sobre la vía, esperaban una señal de una persona para entregar un mercado, cuando la vieron, se detuvieron y ahí fueron retenidos.
Fueron llevados hasta territorio venezolano, donde fueron separadas de José Gómez, con su compañera Marcela permanecieron juntas, en un campamento improvisado. En su relato, señaló que fueron secuestradas por el frente décimo de las FARC – Martín Villa y que, aunque permanecían encadenadas recibieron buen trato; tres comidas diarias, elementos de aseo y ropa.
En cuanto al hombre que las acompañaba, dijo no conocer de su suerte, «Uno está allá encadenado, cualquier cosa le pueden hacer creer a uno, en esos momentos a nosotras nos hacen creer que él está muerto, pero no sabemos si es cierto, no es nada confirmado, son suposiciones, por lo que nosotras escuchamos» narró en la entrevista.
Ese viernes 29 de mayo, le informan a ella que va ser dejada en libertad, pero que su compañera si debe permanecer retenida. Debió atravesar en curiara el río limítrofe, llegó hasta el caserío La Esmeralda en Arauca, desde allí se comunicó con su familia y les informó que se encontraba en libertad. Sentía temor porque el lugar no era seguro, por lo que, por sus propios medios viajó hasta el municipio de Arauquita, donde se acercó hasta la estación de policía a esperar a su padre.
Alexandra agradeció a todas las personas que estuvieron pendientes de su situación y aunque estar en libertad le alegra, señala que no es completa la felicidad, porque su amiga Marcela Romero aún permanece retenida y hasta que ella no regrese no va poder dar ese grito de júbilo.
Entrevista entregada a Pauto Noticias
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