
In memorian de EDILBERTO PEREZ SUAREZ
“Cimarronero faculto”.
El “Cimarrón” que quiero, es uno que no sea sexista ni discriminatorio para que no vuelva ocurrir lo de VANESSA ESTEBAN, uno que no solo fuera un torneo de contrapunteo y voz recia sino la noche del “oscar” del folclor casanareño; El “Cimarrón” que quiero es uno que iniciáramos todos entonando el himno cultural en que debiera convertirse el ¡Ay si sí…¡ de LUIS ARIEL REY . Uno en que el saludo de bienvenida no fuera solamente un abrazo, o estrechar de manos , sino un corto “zapatió” y un ¡ Ay ¡, que se escucharan en todos los rincones de la patria. El “Cimarrón” que quiero es uno donde pudiéramos ir en familia, luciendo “encotizados”, los hombres de “liki liki” y “pelo e guamo” y las mujeres con sus hermosas polleras y un tocado de cayenas sobre sus cabelleras. El “Cimarrón” que quiero es uno donde anualmente en una noche se exaltara una gloria de nuestro folclore, por ejemplo al maestro TIRSO DELGADO. Uno donde los invitados especiales en su homenaje, cada uno cantara una de sus canciones y en coro la más famosa, imaginémonos a CHOLO, WALTER y ELDA entonando “Palomita Mensajera”.
El “Cimarrón” que quiero es uno que se enlazara mejor con el “ Garcero del Llano” y los chicos ganadores tuvieran pleno derecho a participar con los grandes. Uno que pedagógica y brevemente nos ilustrara en los ritmos, tonos y voces y aprendiéramos por fin la diferencia entre una “guacava” , un “pajarillo” o un “pasaje”. El “Cimarrón” que quiero es uno donde el contrapunteó siguiera en primera fila así ya no nos acompañe LORGIO. Uno en que lo instrumental también tuviera su gala, a cargo de los capachos, la bandola, el bandolín, el cuatro o su majestad el arpa y que se presentaran ensambles con otros instrumentos.
El “Cimarrón” que quiero es uno en que además el baile tuviera su espacio, nuevas coreografías que contaran nuestras historias, que innovara en pasos y en los trajes. Uno donde nos enseñaran al menos uno de los pasos básicos de nuestros bailes. El “Cimarrón” que quiero es uno donde se promoviera con otros más jóvenes, la presentación tan particular y única de estos eventos, llena de coplas y refranes. Uno que nos recordara los cantos que acompañaban los trabajos del llano y que los cantantes que se atrevieran a hacer dúos, tríos etc.
El “Cimarrón” que quiero es uno que hiciera venir desde cualquier parte de Colombia no solo a los nuestros, sino que orgullosos invitáramos a otros. Uno que fuere fuente de más turismo y mayor reconocimiento a nivel nacional e internacional. En el “Cimarrón” que quiero, habría mucho por hacer y en nuevas categorías. Confieso que siempre he añorado pertenecer a su corporación porque lo considero un gran honor. Porque quiero al “Cimarrón” y me hace soñar, quisiera en mi final poder decir: “Música llanera hasta que me muera, en “cimarrón” y joropera, a cantar y bailar con quien lo quiera”.
