Hace 201 años todos los caminos reales del Llano y especialmente los de Casanare, presentaban taponamientos por el proceso de independencia; paradójicamente en nuestros tiempos, aunque de
manera parcial, las carreteras son cerradas por temporada invernal.
Desde los inicios de la República hasta nuestros tiempos, el centralismo gubernamental ha dejado desconectado el Llano con centros industriales y de consumo a los productos cosechados en este territorio.
A comienzos de noviembre de 2020, y por efectos del fenómeno de la niña, un periodo de alta lluviosidad, generó el colapso de la vía del Cusiana, lo que llevó a sugerir como vía alterna la carretera Labranzagrande – El Morro que también estaba taponada por rocas. Igualmente, las obras de ampliación de las vías Villavicencio – Aguazul y Sisga – El Secreto en ocasiones, triplica el tiempo de recorrido normal, lo que puede interpretarse como un freno regional en periodo de reactivación económica post pandemia.
Jane Rausch, en su obra “La Frontera de los Llanos en las Historia de Colombia (1830- 1930)”, deja entrever que discrepancias de líderes políticos a comienzos del siglo pasado, impidió seguir con la construcción del ferrocarril de Sogamoso a los Llanos Orientales, obra vial que habrá de retomarse si este territorio desea conectarse con el Océano Pacifico.
No obstante, la inmensidad de la Llanura, con sus propios recursos logró conectarse con el Océano Atlántico a través de oleoductos que terminan en puertos de exportación petrolera como Coveñas; pero los
enormes ingresos de regalías propias y que se distribuyen por todo el país, no lograron entusiasmar a la dirigencia política para retomar el proceso de la construcción del anhelado ferrocarril de los Llanos Orientales.
Entre tanto, las actuales y futuras generaciones tendrán la necesidad planificar la gobernanza de reactivación económica, por cierto, con una renta petrolera escasa y no avizorase sustituto como fuente de ingreso por ahora, y peor aún, con la reactivación del Pacto de Paris a través de energías limpias, como lo anunció el electo Presidente de los Estados Unidos.
Pedro Nel Pinzón G.