
No cabe duda de los efectos positivos sobre lo económico y político en la región de los Llanos Orientales y en general, en nuestro Estado Colombiano, con Joe Biden el Presidente electo de los Estados Unidos.
En época de receso económico regional y mundial, el triunfo del demócrata Joe Biden, pareciera dar mensaje de tranquilidad política, un respiro a las frágiles economías de América Latina y esperanza de salubridad con el anuncio de la vacuna contra el coronavirus.
Entre los reglones principales que soportarán las expectativas de aliento, despegue o relanzamiento económico, y que pueden citar entre otros, el repunte del precio del petróleo, la presión a la baja del dólar, la exportación de alimentos frescos, la reactivación del pacto de Paris, pero con mayores exigencias en la defensa de los derechos humanos.
Se avizora un reajuste en el precio del petróleo, lo que puede reactivar campos que cerraron válvulas de extracción de crudo por bajos precios y sobre oferta de los barcos cisternas en altamar y puertos, que en los últimos meses ha ido agotando existencias, lo que presionará el reajuste en la cotización internacional; y de paso mejorará los ingresos de la renta petrolera en los territorios productores.
La migración a energías alejadas de combustibles fósiles ofrece una nueva fuente energética para Colombia, teniendo en cuenta el gran espejo solar por su ubicación sobre el trópico como los son los departamentos de la Guajira y la mayoría de los departamentos de la Orinoquia, además la eólica por ser amigable con el medio ambiente.
No obstante, el anuncio de Joe Biden de retomar el Pacto de Paris, como acuerdo marco de las Naciones Unidas para el cambio climático, podría traer ciertas restricciones en la industria regional para evitar la producción de gases de efecto invernadero que conlleva al calentamiento global.
Entre tanto, la región de la Amazonía, el Pie de Monte Llanero, las zonas de moriche y los ecosistemas montañosos existentes, están llamados a facturar por captura de carbono, convirtiéndose en fuentes de ingresos económicos; sin perder de vista la responsabilidad sobre la inversión de las restituidas regalías petroleras en el desarrollo sostenible regional.
Pedro Nel Pinzón G.
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