Hacernos la pregunta de inmediato nos lleva a recordar, somos una sociedad que se reconoce así misma libertadora, una sociedad que pario a Guadalupe Salcedo y a muchos llaneros enfrentados a dinámicas injustas, esa imagen, es solo una sombra a punto de extinguirse.
Suficientes son los argumentos para ser conformitas, el primero y más usado entre empresarios, profesionales y algunos trabajadores, es, “debemos ser propositivos” hay que llegar con argumentos, con propuestas, etc. Con semejante anhelo y desarmados de toda determinación de lucha, se promueve lograr en un dialogo abierto y constructivo con la industria. Como resultado, en el mejor de los casos, un empresario o dos salen beneficiados, el resto de los propositivos ciudadanos, con dos palmaditas en la espalda y el grandioso mensaje “los vamos a tener en cuenta” son despedidos y peinados. Con el paso del tiempo, los beneficiados son remplazados, la realidad es que uno a uno están quebrando los empresarios locales y desplazando a los profesionales de su tierra.
Una segunda razón para que esto ocurra, es el desconocimiento de la ley o de la normatividad vigente, incluida la duda existencial, si es o no verdad, la objetividad de nuestros derechos. Para la mayoría de los habitantes es natural como se realizan los procesos, rogando por un cupo, porque le tengan en cuenta la empresa o atravesando un laso para el beneficio individual. Es común que los profesionales foráneos y las empresas de otras regiones son quienes tienen el derecho a trabajar, entre otros juicios, porque creemos tienen el musculo financiero o porque son de la rosca, es decir, no reconocemos nuestras capacidades, desconocemos la ley y nos negamos a creer que somos el grupo con derechos.
En tercer lugar y no menos importante, es el agradecimiento infinito y apunto de ser idólatra, por el cumplimiento de las obligaciones ambientales y sociales. Si bien, es cierto, las acciones de las empresas generan impactos positivos en las comunidades, estas NO son el resultado espontaneo de un grupo de ricos, decididos hacer buenas obras en este departamento, acá hay un negocio, con altísimas ganancias, las cuales se originan ocasionando también afectaciones en el territorio, es decir, nada es regalado y mucho menos sin propósito alguno.
Es cierto, el crudo se lo lleven entre tubos y en carrotanques, sin embargo, lo sacan del patio de nuestras casas, pasan por la sala, duermen en nuestras habitaciones y se cagan en nuestros baños. Los municipios y departamentos que entienden esta situación, tienen un relación distinta con la industria, no admiten 2000 mercados como la panacea de la buena voluntad, observemos por ejemplo el caso de Barrancabermeja con 191.704 habitantes, les construyeron un laboratorio para procesar pruebas covid-19 por 2.700 millones, hablan de 30.000 familias beneficiadas de 160.000 pesos pagos por parte de la industria, etc, recibieron 10.000 millones para darle manejo a la misma problemática solventada en este departamento con 3.600 millones de pesos y 420.504 habitantes.
En cuarto lugar, la población del departamento de Casanare está conformada por habitantes de todas partes del país incluidos extranjeros, quienes han tenido la posibilidad de consolidar sus vidas, en muchos casos su economía, sus profesiones, etc, es natural y entendible su agradecimiento y disposición, pero no es menos crucial, incluso me atrevería a decir fundamental, que estén agradecidos con esta tierra y con la gente oriunda, con las personas quienes brindaron un espacio para que hoy se sientan ustedes de esta tierra. Es urgente su afinidad con los locales, para promover el cumplimiento de las obligaciones de esta industria, las cuales no son voluntarias, de ustedes depende que a sus hijos y sus empresas les den trabajo, parémonos y reflexionemos para promover el cumplimiento de sus, nuestros derechos.
Hoy una mujer nos está dando ejemplo, la alcaldesa de Aguazul Casanare, está dejando un precedente, al no admitir a esta industria sus acostumbradas soluciones, dando por hecho que con por 28 o máximo 45 días, el resto del año se puede pasar aguantando hambre. Se necesitaría una calculadora con bastantes ceros a la derecha para evidenciar las ganancias que durante años ha logrado esta industria, hay quienes opinan que es un negocio y es así, es un negocio y nosotros hacemos parte el, por lo tanto, si hoy estamos en una crisis por una pandemia, la industria no puede escatimar en esfuerzos para devolverle a esta tierra lo que tanto le ha dado.
El asunto, no es si son 2.000 mercados o más, lo realmente importante es que deberían buscar soluciones para toda la población que lo necesita, ahora saltaran a decir, “la industria no es el Estado” pero el día que llegan a las comunidades, se reconocen como Estado, señalan no ser empresa privada desconociendo los beneficios, junto con ellos llega la superintendencia, el ministerio de trabajo, abogados y todos de acuerdo y en coro reconocen que pueden traer la gente de afuera y contratar con todas las empresas del país, la libre competencia.
Para finalizar, invito a la alcaldesa Johana Moreno a que exija el cumplimiento del protocolo de salud para las personas foráneas y guarden los respectivos 14 días, a nuestros estudiantes universitarios quienes regresaron, de Pamplona, Bogotá, Bucaramanga, Tunja etc. Los reunieron en estadio de Yopal y los enviaron 14 días a cuarentena obligatoria en sus casas, alcaldesa que le definan un punto donde usted puede hacer el concerniente seguimiento de todos los empleados que lleguen a su municipio por parte de esa industria. Cómo es posible que se les permita el ingreso a los pozos, estaciones, CPF y cualquier lugar donde puedan tener contacto con otras personas, doctora Johana se les deben realizar pruebas Covid-19 y hasta tanto no surtan todos estos procesos, no les permita ingresar a sus lugares trabajo, cuide su municipio y a su gente.
Alcaldesa no está sola y esta industria no puede continuar pasando por encima de los casanareños, usted en su municipio tiene profesionales, que los ocupen, usted en su municipio tiene empresas, que las empleen. La mujer llanera es verraca y se le debe respetar, siga dando ejemplo, Gracias.
Juan Pablo Riaño Prieto
Antropólogo